Yo soy…
Consciencia. Presencia. Espíritu. Alma.
Mi cuerpo físico camina por el mundo de la materia cargando identidades que el ego construye (de hija, madre, maestra, amiga, terapeuta, sanadora…) pero ninguna de estas identidades define QUIEN SOY. Mi tarea es transcender la dualidad observando con ojos curiosos y compasivos lo que construye la mente humana en este mundo ilusorio que percibimos como real.
Mi nombre asignado es Laura Ramirez y Gauri mi nombre espiritual.
Nací en Costa Rica pero mi espíritu gitano me llevó a sitios que nunca imaginé llegar a conocer y descubrir. Después de décadas de estudiar y trabajar en Latinoamérica, Europa y el Sudeste Asiático, hoy oscilo como un péndulo entre el Pacifico Central de Costa Rica y las montañas suizas cuya majestuosidad me recuerda a diario el milagro de la Creación. Trato de no darle mucha importancia a donde resido, sino más bien fluir en las estaciones de mi alma y recordar que habito en mi corazón.
Mi formación académica en Psicología y Relaciones Internacionales, las 1500 horas de estudio en Yoga & Yoga Terapia, así como la exploración de diversos métodos alternativos de sanación (Reiki Angélico, Reiki Usui y Terapia de Respuesta Espiritual principalmente), me permite ofrecer un acompañamiento comprehensivo y respetuoso de la necesidad de cada alma. Mi enfoque, sin embargo, es pragmático y basado en mis propias heridas y mi propio despertar de consciencia.
Solo enseño lo que vivo y por eso vivo en la certeza de que ciencia sin ESPIRITUALIDAD no nos permite transcender el sufrimiento y lograr la quietud y paz mental necesarias para tomar mejores decisiones y caminar nuestros senderos con confianza de que todo es divinamente perfecto.
Disfruto sobremanera la lectura de textos místicos, la conexión con la naturaleza, las caminatas solitarias y el alpinismo con mi esposo. Amo la fotografía que me ancla en el presente, las charlas con mis hijos y todo aquello que me cuestiona y me enseña a desaprender.
Mido la felicidad en mi capacidad de estar PRESENTE y sin juzgar/me, aunque no siempre es fácil de lograr…
Amo a Dios, el Océano, el Silencio y la Verdad, que para mí son lo mismo.
Amo los gatos, los libros, las flores y el té de jazmín.